Autoexploración y creatividad, amigos eternos

Esta reflexión fue escrita para el blog de La Casa de Juana.
Cuando me contaron de qué se trataba el blog de La Casa de Juana en un correo y leí la frase “el arte de habitar” y las palabras “DIY, ilustración, arte, diseño, objetos y sustentabilidad” lo primero Cuando me contaron de qué se trataba el blog de La Casa de Juana en un correo y leí la frase “el arte de habitar” y las palabras “DIY, ilustración, arte, diseño, objetos y sustentabilidad” lo primero que se me vino a la cabeza fue la palabra: crear. Y me gustaría hablar en específico de creatividad y autoexploración. Estos dos conceptos que son amigos, amigos eternos.
Con autoexploración me refiero a la exploración hacia uno mismo, a mirar hacia adentro, conocer nuestras debilidades y nuestras virtudes, viajar por nuestras experiencias, recuerdos, complejos y fortalezas para lograr una comunicación interna. Mientras que creatividad según la Real Academia Española tiene dos definiciones: 1. Facultad de crear, 2. Capacidad de creación. Entonces, ¿Por qué estos dos conceptos son amigos? Porque se retroalimentan. La acción de autoexplorarse aporta movimiento y contenido a la creatividad y esta le aporta visibilidad y resultados. Resultados que sirven como bencina para seguir con la exploración que es eterna. Estos conceptos recorren juntos un camino infinito, enseñándole el uno al otro.
Hace algún tiempo que comencé a experimentar la autoexploración en mi, emprendí un viaje hacia adentro con pinzas y lupa. Comencé interpretando mis sueños, y seguí el camino haciendo talleres, yendo a terapias holísticas y conversando con mis pensamientos y emociones. Con todo ese movimiento interno salió a flote una cantidad de contenido abismante, que me asusta y me emociona. Es mucho y es potente.
Cuando empecé a visualizar y a entender el contenido que iba apareciendo (para esto me sirvió mucho leer “El hombre y sus símbolos” de C. G. Jung), me di cuenta que necesitaba sacarlo y plasmarlo de alguna forma. Necesitaba verlo en la realidad, y no sólo en mi cabeza o en mis emociones. Una de las herramientas era la escritura. Siempre me ha ayudado escribir. Escribo lo que pienso y siento desde los 13 años (un buen libro para soltar la mano es “1 page at a time, a daily creative companion” de Adam J. Kurtz). Pero hace 4 años, más o menos, que escribo mis sueños y, con una frecuencia casi diaria, mis pensamientos y emociones. Pero sentía que más que escribir necesitaba plasmar en imágenes mi contenido interno. Es por eso que comencé a dibujar. Siempre he estado en contacto con el dibujo, pero nunca con la frecuencia que lo hago hoy. Y ya no es sólo dibujo con lápiz y papel, ahora ha empezado a tomar protagonismo la propia naturaleza, que con sus colores y texturas deslumbra en el papel. Ya no son escrituras o dibujos, son creaciones. Creaciones que se inspiran en el contenido interno más profundo, en mis pensamientos y emociones, en los sueños, en el inconsciente, en la naturaleza, en los vínculos con los demás, en el acto de vivir. Creaciones que vienen del alma.
Después de un largo tiempo observándome a mi misma, me di cuenta que me convertí en mi propio detective, pero no en un detective que busca resolver un caso, sino a un detective que tiene amplias facultades de observación y rigurosidad. Cuando me pongo mi disfraz de detective me transformo en alguien pequeño y sencillo. Algo así:

Este personaje es el que viaja en mi interior. El que tiene las peleas más difíciles con los monstruos más grandes. El que a veces está triste y el que a veces está alegre, el que navega por un mar calmo pero con mareas agitadas. El que sabe observar el dolor y el que sabe disfrutar de la alegría. El que ama la naturaleza. El que sabe escuchar y el que sabe hablar. El que sabe dialogar con uno mismo y con los demás. El que sabe habitar la vida. El que sabe habitar el alma.


Les dejo algunos datos para empezar a mover el jardín interior:
Anotar tus sueños en un cuaderno especial, siempre!
Darte espacios para estar solo(a), laaaaaaargos, no cortos.
Conectarte con la naturaleza. Parquemet es un muy buen lugar, tiene un sinfín de lugares para reflexionar y estar con uno mismo a pocos minutos de la estación de metro Baquedano. (www.parquemet.gob.cl)
Tomar una hora para sacarte la carta astral para entender por qué funcionamos como lo hacemos! Te dejo un dato: Francisco Alcoholado, médico y psicoterapeuta. (www.manualparadespabilarse.com)
Tomar el taller “El Arte de Soñar” o alguno de los otros que ofrece Francisco Alcoholado, médico y psicoterapeuta. (www.manualparadespabilarse.com)
Tomar el taller de Mindfulness de José Antonio Cousiño, filósofo y psicólogo. (www.muchomasmejor.cl)
Leer “El hombre y sus símbolos” – C. G. Jung
Leer “Jung y el Tarot” – Sallie Nichols
Leer “Recuerdos, sueños, pensamientos” – C. G. Jung (Autobiografía de Jung)
Otros datos para desarrollar la creatividad:
Escribir y/o dibujar permanentemente lo que se te venga a la cabeza en una libreta personal, sin pudor!
Tomar el taller de ilustración de Alberto Montt y Francisco Javier Olea. (@oleismos y @albertomontt en Instagram)
Comprar el libro “1 page at a time, a daily creative companion” – Adam J. Kurtz
Tomar algún taller que te conecte con tus emociones, las manualidades como el bordado, la cerámica, la pintura, la ilustración, etc. ayudan a eso, hay un montón! Un buen dato es Casa de Oficios (www.casadeoficios.cl)