top of page

Vida verde en Puerto Varas

Sendero a Laguna Cayutué

Reflexión escrita para el blog de La Casa de Juana.

La Dani, una de mis mejores amigas se fue a vivir al sur hace poco y siempre le dije que en el verano me iba a escapar unos días a verla. Así fue como en enero compré mis pasajes para pasar unos días allá durante febrero. Antes de irme lo dudé. Tenía que trabajar harto y me sentía culpable yéndome al sur si tenía que terminar varias cosas. Decidí entonces que iba a ir igual pero con mi computador para avanzar y sentirme tranquila.

El día que llegué a Puerto Varas me tocó un día esquizofrénico, como dice mi amiga, salió el sol, llovió, salió el sol, llovió y salió el sol. Así fueron la mayoría de mis días en el sur, no con tanta lluvia, pero si con un clima que cambiaba drásticamente en un mismo día, entre nubes y sol. Frío y calor.

Parque Nacional Alerce Andino

Me adapté rápido al clima porque siempre es rico hacer una pausa del calor santiaguino y sentir un poco de frío para ponerse jeans y chaleco. El día que llegué fue viernes, así que ese fin de semana decidimos salir hacer un paseo y fuimos al Parque Nacional Alerce Andino, a 1 hora en auto desde Puerto Varas y donde comienza la carretera austral. Fue un muy buen paseo porque me conecté con la naturaleza y adquirí otro ritmo que se transformó en energía para toda la semana que estuve allá.

Durante la semana mi amiga trabajaba, así que yo seguía mi rutina. Despertaba, algunos días hacía deporte, trabajaba y en las tardes salía a pasear. La hora que más me gusta salir a caminar afuera es al atardecer, la luz de esa hora genera en mi un estado de calma impresionante. Entonces empecé a darme cuenta que estaba siendo muy eficiente, cuando trabajaba, que eran 4 horas al día más o menos, me cundía mucho. Creo que influía mucho que la vista del departamento de la Dani es un cerro con casitas lleno de árboles, de color verde. Eso hacía que me sintiera muy cerca de la naturaleza y fue clave para llenarme de mucha energía y bienestar.

Un día quedé de juntarme con la Fer, una amiga que ha vivido casi toda su vida allá. Nos juntamos en la tarde y después me invitó a comer a su casa. ¡Ahí conocí su huerto! Ese día fue muy lindo, me mostró su jardín, comimos maqui, recolecté unos tesoros naturales en su huerto, en la noche me dio de comer fricasé de cochayuyo y además justo sus papás venían llegando de Chiloé y traían ostras, un manjar.

Al día siguiente era viernes. No habíamos podido estar mucho tiempo juntas con la Dani porque ella estaba con mucho trabajo. Pero justo, de buena onda, su jefe le dio el viernes libre. Obviamente, salimos a pasear. Esa semana Ladera Sur (www.laderasur.cl), postió en Instagram una foto de la laguna Cayutué. Una laguna hermosa a 1 hora y media en auto y 1 hora caminando desde Puerto Varas, así que quisimos ir a conocer. Partimos el viernes, agarramos el auto, caminamos por un sendero y llegamos a esa laguna hermosa. Nos bañamos, conversamos, hicimos un fuego, vimos las estrellas, dormimos, recolecté naturaleza para hacer arte <3 y caminamos. Estuvo perfecto porque cuando veníamos de vuelta venía mucha gente llegando ya que era sábado. Fue un muy lindo paseo, yo creo que en total duró 26 hrs., las horas más renovadoras del verano :).

Fue así como entendí que hubo algo que estuvo presente en todos mis días ¡el color verde!. La mezcla entre el azul y el amarillo, entre lo cálido y la frío, el equilibrio perfecto. Y ahora me pregunto ¿Y si me voy a vivir al sur? Y después me pregunto ¿Lograré soportar el invierno? Yo creo que si.

bottom of page